Calidad del aire interior en escuelas: por qué es fundamental para la salud y el rendimiento académico (1/2)

Calidad del aire interior en escuelas: por qué es fundamental para la salud y el rendimiento académico (1/2)

La calidad del aire en las aulas tiene un impacto directo en la salud, la asistencia y el rendimiento académico de los estudiantes y el personal escolar. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE.UU. ha indicado que los niveles de algunos contaminantes en interiores pueden ser de dos a cinco veces superiores a los del exterior, y en casos extremos, hasta 100 veces mayores. Este problema es especialmente preocupante en los entornos escolares, donde los niños, con sistemas respiratorios en desarrollo, son particularmente vulnerables a los efectos de la contaminación del aire.

Principales contaminantes del aire interior en escuelas

Las escuelas albergan varios tipos de contaminantes que pueden acumularse en espacios cerrados:

  • Dióxido de carbono (CO₂): Considerado un indicador clave de la calidad de la ventilación. Los niveles elevados de CO₂ pueden provocar somnolencia, fatiga y una menor concentración, lo que impacta en el rendimiento académico de los estudiantes.
  • Material particulado (PM2.5 y PM10): Estas partículas, generadas tanto por fuentes externas como el tráfico, como internas, pueden penetrar en los pulmones y agravar enfermedades respiratorias como el asma, una de las principales causas de ausentismo escolar.
  • Compuestos orgánicos volátiles (VOCs): Químicos emitidos por materiales como productos de limpieza y mobiliario. La exposición a los VOCs puede causar dolores de cabeza, irritación respiratoria y afectar negativamente el desarrollo cognitivo.
  • Agentes biológicos: Moho, bacterias y otros microorganismos pueden proliferar en áreas con alta humedad o baja ventilación, desencadenando alergias y problemas respiratorios.

Impacto en el rendimiento académico y la salud a largo plazo

Estudios realizados por el Centro para Escuelas Verdes y el Lawrence Berkeley National Laboratory han demostrado una relación directa entre la calidad del aire y el rendimiento académico. En aulas bien ventiladas, los estudiantes obtienen mejores calificaciones en matemáticas y lectura, ya que el aire limpio mejora la concentración y reduce la fatiga mental.

A largo plazo, la exposición a contaminantes como el material particulado y los VOCs puede predisponer a los estudiantes a enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, lo que resulta en mayores costos médicos, ausentismo escolar y una posible disminución de la productividad en el futuro.

Desigualdades en la IAQ escolar y retos de infraestructura

Uno de los mayores retos para mejorar la IAQ en las escuelas es la disparidad en los recursos y en la infraestructura entre las instituciones. Muchas escuelas, especialmente aquellas en áreas de bajos ingresos, carecen de sistemas de ventilación modernos y de los fondos necesarios para implementar soluciones efectivas de purificación del aire. Por ejemplo, en Vermont, el programa de subvenciones del American Rescue Plan (ARP) proporcionó 15 millones de dólares para mejorar los sistemas de ventilación en las escuelas, pero esta cantidad es insuficiente para cubrir las necesidades de todas las instituciones.

El Centro para Escuelas Verdes descubrió que las escuelas en áreas urbanas suelen tener acceso a fondos y directrices federales, mientras que las rurales dependen de guías estatales, creando una brecha significativa en la calidad del aire en las aulas.

Casos de estudio y ejemplos de mejora

  • Proyecto GBG_A2CC en Barcelona: Conocido como “Clima Refugio,” este proyecto ha implementado soluciones innovadoras para mejorar la IAQ en las escuelas mediante el uso de sensores y purificadores en las aulas. Los datos recogidos antes y después de la intervención mostraron una reducción del 25% en las concentraciones de PM2.5 y una disminución en los síntomas respiratorios de los estudiantes.
  • Iniciativas en Boston: Gracias a los fondos del programa ESSER, las escuelas de Boston instalaron más de 4,400 sensores de IAQ en 125 escuelas. Estos sensores detectaron problemas en los sistemas de ventilación y permitieron ajustes en tiempo real para reducir los niveles de CO₂ y partículas, mejorando así la IAQ y el bienestar de los estudiantes.

La IAQ en el contexto de la pandemia de COVID-19

La pandemia de COVID-19 resaltó la importancia de la IAQ en espacios cerrados y aceleró la implementación de medidas de ventilación en las escuelas. Desde 2021, muchas escuelas en EE.UU. y Europa han seguido recomendaciones de ASHRAE y la OMS, que sugieren un mínimo de cinco cambios de aire por hora en espacios ocupados. Sin embargo, los sistemas de ventilación en edificios antiguos no siempre están preparados para cumplir con estos estándares, lo que ha llevado a un aumento en el uso de purificadores HEPA y sensores de monitoreo.

Un informe de 2022 del Centro para Escuelas Verdes, respaldado por ASHRAE, reveló que más del 25% de los distritos escolares encuestados no tienen planes para implementar mejoras adicionales en ventilación o purificación de aire, subrayando una necesidad urgente de mayor inversión y apoyo técnico.

Incorporación de soluciones avanzadas: AQSENSOR y Dust Free

La incorporación de soluciones avanzadas como AQSENSOR y Dust Free puede ser transformadora para garantizar una IAQ óptima en las aulas. AQSENSOR ofrece monitoreo en tiempo real, permitiendo a los administradores escolares mantener la calidad del aire de manera segura y eficiente, mientras que Dust Free proporciona purificación de aire con filtración HEPA e ionización, eliminando eficazmente partículas en suspensión y VOCs. Juntos, estos dispositivos crean un enfoque integral que apoya un ambiente de aprendizaje más saludable, reduciendo riesgos respiratorios y mejorando la concentración, asistencia y el bienestar general de los estudiantes. Para escuelas comprometidas con un entorno limpio y productivo, AQSENSOR y Dust Free son inversiones invaluables tanto para la salud estudiantil como para el éxito académico.

Mantente al tanto de la segunda parte de este artículo, donde exploraremos en profundidad los estándares internacionales de IAQ y los casos innovadores que están transformando las aulas en espacios más saludables para aprender y crecer.

Referencias:

  • Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) – Programa “Indoor Air Quality Tools for Schools”, que ofrece guías no obligatorias pero ampliamente implementadas para mejorar la IAQ en las escuelas.
  • Estándares ASHRAE – Estándares 62.1 y 241 para ventilación y control de infecciones, recomendando cambios de aire para ambientes interiores óptimos.
  • Centro para Escuelas Verdes – Estudios que relacionan la IAQ con el rendimiento académico e identifican las brechas de recursos que afectan la calidad de la ventilación.
  • Proyecto HealthVent (UE) – Directrices que alinean la ventilación con los estándares de la OMS para una calidad de aire segura en interiores.
  • REHVA (UE) – Guías técnicas sobre ventilación para edificios educativos en Europa, con énfasis en los límites de CO₂.
  • Lawrence Berkeley National Laboratory – Investigación sobre el impacto de la IAQ en la salud de los estudiantes, enfocándose en escuelas de EE.UU.